La ejecutiva colombiana Claudia González, presidente de la Asociación Colombiana de Corredores de Seguros (ACOAS) y miembro de la nueva Junta Directiva de COPAPROSE 2025-2027, lidera el comité de Criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza). En esta entrevista, explica cómo el sector asegurador puede convertirse en un actor clave frente a los desafíos del cambio climático, la equidad social y la ética empresarial.

Claudia González tiene la energía de quien combina la precisión técnica con una convicción profunda. Abogada de formación y presidenta ejecutiva de ACOAS, desde su rol como consejera de COPAPROSE impulsa la adopción de criterios ESG, un concepto que ya atraviesa la agenda global. En esta conversación, González reflexiona sobre la sostenibilidad, el rol social del productor de seguros y los retos que enfrenta Colombia en materia de profesionalización y regulación.
— Claudia, ¿en qué consiste el comité que lidera dentro de COPAPROSE?
Decidimos crear el Comité de Criterios ESG porque el mundo nos está pidiendo actuar con responsabilidad ambiental, social y de gobernanza. Las crisis climáticas son cada vez más frecuentes y graves, y eso tiene un impacto directo en la industria aseguradora. Pero también hay un déficit social —trabajo infantil, inequidad— y un reto enorme en materia de gobierno corporativo. Por eso, este comité busca acompañar a las empresas en la adopción de buenas prácticas, códigos de ética y manuales de principios. Queremos ser pioneros, no llegar de últimos.
— ¿Por qué considera que el sector asegurador debe involucrarse en temas ambientales?
Porque los riesgos climáticos nos afectan de manera directa. Los grandes brokers manejan riesgos industriales en sectores como minería, licoreras o infraestructura. Ahí el tema ambiental es fundamental. Nuestro trabajo no es solo tramitar siniestros, sino prevenirlos. Acompañar al cliente para que reduzca su exposición al riesgo. Para eso hay que entender el impacto ambiental y contratar a los mejores expertos.
— ¿Y en el aspecto social? ¿Cómo puede un productor de seguros incorporar ese valor?
Mirá, el error ha sido tratar la responsabilidad social como un compartimento estanco. Hacés una donación, construís una cancha o un parque, y listo. Pero eso no transforma. Lo que buscamos ahora es generar impacto sostenible: capacitación, inclusión, desarrollo. Que las empresas inviertan en formación para madres cabeza de familia, en programas educativos para los hijos de sus trabajadores, en bienestar laboral. Cosas simples, como promover las vacaciones o el equilibrio personal. Eso también es responsabilidad social.
— En cuanto a la gobernanza, ¿qué buenas prácticas recomienda?
Lo primero es tener un manual de riesgos. Saber cuáles son los riesgos propios de la empresa, cuáles se pueden tolerar y cuáles hay que cubrir. Luego, un código de ética que regule la competencia leal y la relación con los clientes. En Colombia, por ejemplo, los brokers que están bajo supervisión deben cumplir con márgenes de solvencia, oficiales de cumplimiento y estructuras de gobierno corporativo. Eso da confianza y transparencia.
— Pasemos a ACOAS. ¿Cómo nace la asociación que usted preside en Colombia?
ACOAS nació en 1968, hace 57 años. En sus inicios reunía a todos los productores de seguros: personas naturales, agencias y brokers. Con el tiempo se especializó y hoy agrupa exclusivamente a los corredores vigilados por la Superintendencia Financiera, que son los más grandes y están sujetos a normas de gobernanza y cumplimiento.
— ¿Cómo se estructura el mercado colombiano de intermediación?
Tenemos tres figuras: los brokers (personas jurídicas vigiladas por la Superintendencia), las agencias (también jurídicas pero no vigiladas) y las personas naturales. En cantidad de pólizas, los naturales y las agencias manejan el 60%. Pero en monto de primas, los brokers administramos entre el 50% y el 60% del valor total del mercado. En otras palabras, manejamos menos volumen, pero más valor.
— ¿Y qué ocurre con la formación profesional en el sector?
Ahí tenemos una gran deuda. En Colombia, la capacitación es obligatoria solo para los brokers vigilados. Las personas naturales no están reguladas ni supervisadas. La Superintendencia delegó esa función a las aseguradoras, y eso equivale a no tener control. Las compañías capacitan solo en sus productos, no en asesoramiento integral. Y eso afecta la calidad del servicio al cliente.
— En el caso del seguro obligatorio de accidentes de tránsito (SOAT), ¿cómo es la situación?
Debería tener cobertura del 100% del parque automotor, pero no llega ni al 60% en las grandes ciudades y apenas al 30% en zonas rurales. Desde que se eliminó la intermediación en este seguro, la penetración cayó. Antes, los agentes locales —esas personas naturales que conocen a la comunidad— vendían el seguro. Hoy, sin intermediarios, nadie lo hace.
— ¿Qué aporta COPAPROSE a ACOAS y a los corredores colombianos?
Muchísimo. Primero, el intercambio de experiencias. Todos los países enfrentamos los mismos retos, y las soluciones que aparecen en uno pronto llegan al otro. COPAPROSE permite anticiparse, aprender y prepararse. También la formación es clave: congresos, programas, espacios para pensar más allá del negocio. Este último congreso en Argentina fue extraordinario porque abordó temas nuevos, no solo técnicos.
— ¿Cómo evalúa el presente de COPAPROSE?
Vive un momento de transformación muy positivo. Cuando recién llegué, confieso que me pregunté si valía la pena el esfuerzo económico que representa la labor gremial, resignando tiempo para la familia, y la propia actividad. Pero hoy veo una organización enfocada, moderna y con temas relevantes. El enfoque en formación, sostenibilidad y gobernanza es lo que necesitábamos. COPAPROSE está generando valor real para todos los países miembros.
Claudia González encarna una visión del seguro que trasciende las pólizas y los balances. Habla de ética, sostenibilidad y responsabilidad con la misma naturalidad con que habla de primas o siniestros. En tiempos de incertidumbre global, su mirada es una invitación a repensar el negocio asegurador desde la conciencia y el compromiso: con el planeta, con las personas y con la integridad.



